EL IDEARIO DE LA CREACIÓN

EL IDEARIO DE LA CREACIÓN

El momento histórico que da marco a la creación de las carreras de Diseño es, desde una perspectiva ampliada, de inflexión. Se trata de una época signada por la rebeldía joven, los aires de revolución, el optimismo por un mundo mejor, las propuestas de vanguardia y las consignas como paz y amor en medio de una guerra fría por la hegemonía mundial y la conquista del espacio.
En plano local esas visiones están modeladas por los golpes de estado, la evolución de la ciudad en su faceta cultural, su afianzamiento como ciudad universitaria y la consolidación de una clase media ilustrada que participa activamente del espacio social en crisis.
Pero para entender desde una perspectiva situada las visiones que entran en juego en el proceso de creación, se exponen aquí las ideas que los propios actores pudieron poner en palabras en ese preciso momento.

PARADIGMAS

Las notas personales de Almeida Curth resumen la viabilidad del proyecto de las nuevas carreras y el estudio de antecedentes.

«A nuestro juicio la Universidad está en condiciones estructurales de afrontar inmediatamente la creación. Tenemos el elemento humano apto para inculcar las nuevas disciplinas y alumnos que esperan ansiosos una palabra definitoria, y creemos que estamos en condiciones óptimas de satisfacer esto. Cómo ejemplo tenemos que en la estructura de la enseñanza de la Escuela de Bellas Artes, se desarrolla el Bachillerato especializado, que tiene materias que hacen al Diseño Industrial.»

«Se tiene a favor los antecedentes europeos, de que las escuelas de Diseño son provenientes de antiguas escuelas de Bellas Artes. Uno de esos ejemplos lo tenemos en el famoso Bauhaus de Walter Gropius. […] Nuestro principio rector –decía Gropius– sostiene que el Diseño no es un asunto intelectual ni material, sino sencillamente una parte integral de la sustancia de la vida, necesaria para todos en el seno de una sociedad civilizada.»

Estudiantes en la mesa de trabajo, Bauhaus Dessau (Wikimedia Commons).

«Existen además numerosas escuelas en Inglaterra […]. Las tres más importantes que otorgan un diploma de Diseño Industrial reconocido por el Ministerio de Educación Nacional son el Royal College of Arts, la Central School of Arts and Craft y el College of Arts and Craft de Birmingham. Esta última tiende a poner el acento sobre el hecho formal. La Central School dedica su atención a la preparación técnica de los alumnos y trabaja en estrecha comunicación con la industria […].
El Royal College of Arts difiere bastante […] aunque no tiene carácter universitario sus métodos didácticos sí lo son, tendiendo a la preparación de diseñadores capaces de asumir funciones directivas. Finalmente, los programas de esta escuela ponen de relieve la ventaja de cumplir los estudios de Diseño Industrial junto a una escuela de arte.
«Otra escuela tenidas en cuenta es la de Diseño Industrial de Eindhoven. Esta comprende tres secciones: diseño de productos industriales, publicidad y presentación de productos, y diseño de tejidos y materiales decorativos afines […]. La de Konstfack Kojan de Estocolmo, por su lado incluye la Escuela Superior de Arte Industrial, que faculta al alumnado para la creación de objetos útiles (los llamados artistas de la utilidad). Y el Instituto Magistral de Dibujo, que incluye entre sus orientaciones Publicidad y arte del libro, Muebles y amoblamiento, además de Cerámica, Escultura […].»

Högskolan för Konstfack (Wikimedia Commons).

Por su lado el Pratt Institute de Nueva York, «tiene un programa de diseño bien equilibrado de educación general y una serie de experiencias de diseño coordinadas y típicas que involucran material comunmente usados, fabricación de implementos terminados y costos. Se pone el énfasis en los principios fundamentales de diseño ya que están relacionados al producto manufacturado a máquina y a los factores limitativos mencionados […].»

Finalmente, se estudian algunos casos locales de estructuras y programas universitarios, como el caso de la Facultad de Arquitectura y la de Ciencias Exactas.

 

El diálogo recrea una reunión de la Comisión Especial donde se exponen los argumentos generales sobre la creación de las nuevas carreras y la manera de lograr el «encauzamiento de la Escuela de Dibujo Técnico hacia la Escuela de Diseño». Están presentes los docentes Almeida Curth, Lima, Cartier, Ventureira, Barrientos y Cunioli, y los alumnos Marín y Trotta. Sábado 2 de julio de 1960. 

Daniel ALMEIDA CURTH
―Comenzamos a contemplar el desarrollo y penetración de la máquina, de la industria, y no podemos dejar que se expanda sin sentido, con fines puramente materiales, lucrativos, sin un fin social y sin una sustancia formativa.
Son las universidades, atentas al desarrollo cultural y técnico del país, las que están obligadas a acrecentar de acuerdo a sus posibilidades, la creación de escuelas de Diseño.

Héctor CARTIER
―Un ejemplo de la necesidad de diseñadores lo tenemos en los estampados que actualmente se están trayendo de afuera […] ¿Nosotros no podemos tener gente capaz para hacerlos?

Daniel ALMEIDA CURTH
―La Escuela de Bellas Artes está en condiciones de afrontar el dictado de la nueva disciplina porque en esta escuela tenemos, no sólo los medios, sino también el elemento estudiantil ya preparado debido a las enseñanzas que se imparten [en el nivel medio] y que sirven de base perfectamente a ello.

Edgardo LIMA
―Habría que fijar qué tipo de diseñador vamos a hacer. Ya hemos estudiado los antecedentes ingleses, alemanes, holandeses, suecos, norteamericanos […] y también las estructuras de las universidades locales. La escuela tiene que evolucionar.

Reynaldo BARRIENTOS
―Hay que hacer una buena organización y tener perfectamente delineados los objetivos fundamentales.

Daniel ALMEIDA CURTH
―La Escuela de Bellas Artes tiene un mandato, y es hacer la evolución del gusto en nuestro medio.

Héctor CARTIER
 —Hay un movimiento que viene de arriba para que no evolucione […] para mi no es cuestión de clasificar, es cuestión de hacer.

Daniel ALMEIDA CURTH
―La Universidad no se puede negar a que nosotros investiguemos. Es una experiencia que realizamos un grupo de profesores y alumnos sin ninguna erogación por parte de la Universidad.

Edgardo LIMA
―Sí, pero son capaces de decir que no se puede, argumentando distintas razones. Lo que no creo que puedan hacer es contener la evolución. ¿Es acaso ésta la misma escuela que hace 10 años?

Daniel ALMEIDA CURTH
―Yo entiendo que en el dibujo de Diseño deben darse los medios culturales creativos y técnicos.

Edgardo LIMA
—Indefectiblemente las dos cosas tienen que coexistir, técnica y creación. Hay que mostrar que las escuelas de Diseño de otros países son provenientes de antiguas escuelas de Bellas Artes.

Daniel ALMEIDA CURTH
―Tenemos que hacer una escuela de acuerdo a la necesidad de nuestro medio.

Edgardo LIMA
―Yo entiendo que tenemos que ir hacia un tipo de escuela polivalente. 

Daniel ALMEIDA CURTH
―Aquí está encauzada perfectamente.

Héctor CARTIER
―Las escuelas de Bellas Artes, cuando llegan a éste punto, se dividen en Escuelas de Diseño y Escuelas de Bellas Artes.

Edgardo LIMA
―Hay un doble aspecto que se destaca en estas escuelas, gusto y técnica, son dos cosas inseparables. En algunos casos llega a predominar una sobre la otra.

Héctor CARTIER
―Habría que hacer un programa de materias culturales y técnicas.

Daniel ALMEIDA CURTH
—Y la práctica del taller deberá ser la extensión real de las materias teóricas.

Edgardo LIMA
―Tenemos que darle el apoyo necesario al director.

Reynaldo BARRIENTOS
―Tienen que tener argumentos muy valederos para oponerse.

Edgardo LIMA
―Podemos hacer una charla a los consejeros […] asesorarlos y hacerles ver que estamos frente a una necesidad. Hay que ser un poco fuertes y decirles «señores, ustedes van a decidir el futuro de la Escuela de Diseño».

Daniel ALMEIDA CURTH
―Es necesario hacer pública la actividad de la escuela.

Reynaldo BARRIENTOS
―Yo creo que aparte de todos estos problemas formales, tendríamos que empezar a trabajar y no dilatar más la iniciación de los cursos.

EL APOYO INSTITUCIONAL

Extracto del pedido de formalización de la carrera de Diseño que el Prof. José María Lunazzi, como Delegado interventor de la ESBA, eleva al Presidente de la UNLP Dr. José Peco, en abril de 1962.

«Se trata de poner –al fin– un “cúmplase” a un antiguo propósito ya canalizado en el área docente y en buena parte en el administrativo, y de brindar al país –en sus cerámicas, maquinarias, tejidos, en sus libros, utensilios, muebles, y en las tantas formas de su expresión gráfica– gente idónea, de calidad intelectual, de sensibilidad argentina para cultivar una especialidad que, dando cauce a la creación de arte, represente una promoción económica de bienes de tal orden que en pocos años podamos inclusive exportar mucho de aquello que hoy importamos.»